En esta bitácora quisiera comentar sobre el trabajo realizado el pasado sábado 2 de octubre en incubarhuila en el cual la pasamos muy bien y aprendimos mucho.
le agradezco a el profesor mariño por incentivarnos a tomar este curso pues con este aprendimos a referenciar con GPS.
Un nuevo concepto y diseño en Rascacielos - Anara Tower
La ciudad de Dubái, en los emiratos Árabes Unidos, siempre se ha caracterizado por el gusto que tiene de construir magnificentes edificaciones, mas que eso, son rascacielos que brillan en lo alto del cielo, manifestando de esta forma el glamour por excelencia de esta ciudad.Podemos mencionar a la Torre Dubái como su máximo representante en la actualidad. Ahora están planeando construir toda una maravilla arquitectónica a la cual la han bautizado con el nombre de Anara Tower.
Sin duda alguna, por el diseño que presenta es toda una tendencia futurista de los rascacielos. En la parte mas alta se encuentra un anillo gigantesco el cual sostiene gracias a tres brazos una cápsula que vendrá a ser un restaurante obviamente con una vista hermosísima. Otro detalle que también podemos mencionar con respecto a su diseño es los peculiares jardines que colgarán de extremo a extremo cada 27 pisos.
Anara Tower tendrá 125 pisos, en ellos se situarán tiendas, oficinas, 250 habitaciones muy lujosas, más de 300 apartamentos. La construcción ya empezó esperemos a ver esta otra obra de arte. ¡Grande Dubái!
Toyota presenta sus últimos robots: el violinista.
Toyota ha presentado en Tokyo (Japón) una nueva hornada de Partner Robots. Unos humanoides mecánicos que, para seguir con la tradición de sus antepasados trompetistas, siguen dándole a la música. En esta ocasión cambian los instrumentos de viento por los de cuerda, como el robot que podéis ver en el vídeo interpretando al violín la marcha nº 1 del clásico “Pompa y Circunstancia”. No se han roto la cabeza para poner nombre a este Niccolo Paganini cibernético. Le llaman “The violin playing robot”.
Por otra parte, la interpretación es bastante plana, aséptica y, lógicamente, robótica. Es todo lo que dan de sí las 17 articulaciones controladas por ordenador que este robot de 1,5 metros de estatura y 56 kilos de peso lleva en sus brazos y manos. Es de esperar que, al menos, este violinista no tienda la mano ni te mire fijamente después de dedicarte una pieza a ti y a tu pareja mientras cenáis en un restaurante de lujo. La inteligencia artificial tiene su límite.
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